The Last Waltz es una película documental que cuenta el concierto final de The Band en San Francisco en el año 1976. La película, dirigida por Martin Scorsese, muestra alguna de las actuaciones sucedidas en ese concierto intercaladas con pasajes y entrevistas con los integrantes de The Band. La película ha sido considerada como una de las mejores del género documental musical y uno de los mejores conciertos grabados de la época por lo especial del elenco de figuras que acompañaban a The Band.

BLUES BÉJAR 2020 EXTRA

CICLO DE CINE

(JAZZ,BLUES & ROCK)

MULTICINES BÉJAR

LUNES 26 DE OCTUBRE

20:30 HORAS

ENTRADAS

( CON INVITACIÓN)

RETIRAR EN LA ALQUITARA,OFICINA DE TURISMO,CONCEJALÍA DE CULTURA

AFORO LIMITADO

Como los buenos recuerdos, The last waltz es una película a la que queremos volver de vez en cuando. Este documental narra el último concierto que dió The band en el año 1976 en San Francisco y como puede deducirse de tan estimulante localización, no solo retrata un concierto despedida, sino toda una época.

The Band podría parecer el paradigma de la pereza hecho naming, pero tal y como explica Richard Manuel en el documental, surgió después de varios intentos por hacerse un nombre mientras todo el mundo les conocía como “la banda” (para el recuerdo su pronunciación de the band!). Ese genérico apelativo no solo no les condenó al olvido, sino que hizo de su legado algo que perdura hasta nuestros días. Si aún no conocen a The band, les recomendamos la reedición que se ha hecho de Music from big pink por su 50 aniversario. Joyas como The weight anuncian una larga lista de éxitos y de influencia sobre numerosos artistas que nombraban a The band no solo como influencia musical, sino casi espiritual.

Pero hablábamos de The band, su concierto despedida, y el retrato de una época. Quizás una licencia poética, pero una cinta donde aparecen Doctor John, Muddy Waters, Eric Clapton, Neil Young, Van Morrison, o los Staples, unidos en el mismo escenario merece una pequeña exageración.

Otro aspecto para creer en la teoría del retrato de época es la naturalidad de todos los integrantes en el escenario, y con naturalidad a veces hablamos de exceso. Hablamos de Doctor John al piano cantando Such a night; Muddy Waters y su Manish Boy; el solo de Eric Clapton; Van Morrison en un estado de éxtasis más allá de lo racional ofreciendo una de las interpretaciones de Caravan más enérgicas; Neil Young subiendo al escenario en un estado tal, que tuvieron que post producir su actuación para borrar restos de droga. Hay de todo, incluso Bob Dylan aceptando ser grabado después de negociaciones sobre la bocina en el camerino.

El origen del documental es dar un broche final a más de una década en la carretera de The band. Robbie Robertson es quien parece dar voz al grupo, cosa que más tarde criticará Levon Helm, quien dijo incluso que el resto de los integrantes no habían recibido dinero por la comercialización del concierto. En la cinta se dice que se trata de un punto final necesario a tantos años de vida en la carretera. Este adiós también vino causado por el deterioro de la relación y por algunos sustos de sus integrantes, como el que tuvo Richard Manuel, que desgraciadamente tuvieron carácter premonitorio.

The last waltz nos da un momento feliz en las carreras de unas figuras casi extinguidas. Actuaciones sinceras, de una potencia emotiva indudable y que, en vez de anunciar el fin de una banda, celebran una época. Un recuerdo al que debemos volver de vez en cuando.

Fuente: https://galgodigital.com/the-last-waltz