Railroad Blues” indaga sobre aquellos viajes imposibles, escapadas, históricos ferrocarriles y sus rutas, clandestinidad, supervivencia y toda aquella mitología en torno al Blues y este particular medio de transporte.
En 1903, mientras esperaba el tren en la estación de Tutwiler, Mississippi, un viejo negro se sentó a mi lado con una guitarra y empezó a tocar una canción utilizando para rasgar las cuerdas una navaja, al estilo hawaiano, mientras cantaba una frase que repetía tres veces: Goin’ where the Southern cross’ the Dog
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